Romero Díaz demanda respeto a los jueces del Perú

Los jueces exigimos respeto y consideración de parte de los miembros de los otros poderes del Estado y por la sociedad en su conjunto, máximo si sabemos el importante rol que cumple el Poder Judicial en la institucionalidad de la nación, en la vida económica y en el respeto a la Constitución, señaló el ex presidente de la Corte Superior de Justicia de Lima, Ángel Romero Díaz, con motivo de celebrarse el Día del Juez.

“Los jueces no somos una mesa da trámites procesales, tenemos conciencia de nuestro rol en los grandes asuntos de la Nación, en procurar la convivencia social, protegiendo el derecho ciudadano. Siendo así, los jueces merecemos el reconocimiento con trato, decoro y respeto de quienes administran los poderes del Estado”, sentenció el también presidente de la Primera Sala Civil de Justicia de Lima.

Romero Díaz, agregó que los jueces del Perú han celebrado su día casi como cualquier otro, sin expectativas y bajo el manto de la incertidumbre e incomprensión de quienes, con el poder público, no entienden ni valoran en justa dimensión, la trascendencia de sus funciones. “No advierten que nuestra acción contribuye al fortalecimiento de la democracia y a la estabilidad de la sociedad, y a pesar de ello los jueces somos maltratados por intereses contrarios a los principios de justicia, honestidad y moralidad; por las malas prácticas en el uso del poder político”, indicó.

El magistrado dijo que los jueces continuarán ejerciendo con dignidad y convicción el noble encargo de administrar justicia, pensando en el bien social y defendiendo la plena libertad. “Somos conscientes de que sólo respetando nuestra autonomía como Poder del Estado, garantizamos la fortaleza de nuestra esencia democrática y la plena convivencia en paz entre los integrantes de una misma sociedad como la nuestra”.

El Día del Juez fue creado y luego institucionalizado cada 4 de agosto por Decreto Ley N° 18918, en 1971. Fue en recuerdo de aquel 4 de agosto de 1821, en que el general Don José de San Martín instituyó la Alta Cámara de Justicia en la ciudad de Lima, para reemplazar a la Real Audiencia Española.